En mi antiguo trabajo, mi compi y amiga Bego y yo teníamos un código para indicar que alguien pasaba de nuestra cara o no nos hacía caso respecto a algún tema urgente. De repente en la mensajería interna de la empresa salía escrito: «CRI CRI CRI».
Un grillo cantor era lo único que se oia ante nuestos emails sin contestar, llamadas sin devolver o preguntas sin respuesta. Menos mal que nos lo tomábamos con humor, porque sino la cosas hubieran sido (a veces lo son) para cortarse las venas o dejárselas largas.
Bego llevaba unas semanas reclamando su grillo cantor y sus deseos son órdenes para mi. Me pasó un modelito en el que me inspiré, este:
Y a partir de él creé en galleta este grillo la mar de mono!!
Al final le gustó tanto que me tocó hacer dos… tengo que preguntarle a quién acabó regalandolos.
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