Este año no he podido estar al 100% para las comuniones, pero las que he podido hacer han sido trabajos muy lindos y con gente encantadora. Uno de ellos es el diseño que realicé para la comunión de Darío.
En él hice un detalle de personalización extra en el niño de comunión que hago normalmente que hizo que las galletas tuvieran un toque especial.
Además de personalizar al niño con un traje de comunión como el que iba a llevar Darío, gracias a unas fotos que me pasó Ruth (vieja amiga de Planeta Cookie): traje de chaqueta azul marino con corbata azul a rayas blancas…
Le dimos un toque especial a su galletrato peinando a Darío con su remolino característico en su pelo y su flequillo. Y es que hasta él se dibuja a sí mismo así.
Con su autorretrato (¡que adoro!) y unas cuantas fotos más de él le di a su galleta ese rasgo que le hace ser tan ÉL que es su pelo. Lo que más me importó es que les encantó cómo quedó el diseño y que las han disfrutado muchísimo.
El poder hacer los trajes de comunión como los que llevan los niños hacen que las galletas sean únicas. Cositas hechas a mano con amor.
Aquí os dejo antes de despedirme otros posibles modelos de trajes, aunque siempre podéis hacer como en este caso y mandar fotos del diseño para hacer una réplica lo más cercana a la realidad en galleta.
Podrias darme precio?