Al final me animé hace un par de meses y acepté una propuesta que me hacíais habitualmente:
«Hacer una nueva versión de mis diseños de invitaciones de boda pero con los ojos abiertos.»
Cuando decidí crear esa pareja de novios los hice a la imagen y semejanza de cómo los hago cuando diseño en fondant, en la que mis personajes tienen las caritas pintadas así, con los ojitos cerrados. Quería que las invitaciones de boda fueran también un reflejo de esa cosa tan característica de mis diseños.
En esta ocasión gracias a que el novio estaba rapado y no tenía pelo, era necesario darle un poco mas de chispa a la cara del personaje. Sin el pelo, sin cejas y sin nariz quedaba muy extraño… así que decidí que era el momento de dejar de procrastinar y hacer de una vez por todas una versión con los ojos abiertos.
(Está editado para no desvelar la fecha)
La verdad que las horitas que eché frente al ordenador valieron la pena porque las caricaturas de ambos quedaron estupendas. Como se pueden añadir detalles como: barbas, perillas, gafas… al final el resultado es muy personalizado.
Así que ya está esta opción también disponible en sus dos versiones: la de los novios abrazados…
… y la de los novios formalitos, como los llamo yo jeje.
Invitaciones de boda comestibles originales y personalizadas que no acabarán escondidas en cualquier cajón. Cumplen su misión de invitar y dar la información a la familia y amigos sobre el enlace, a la vez que les sorprendes con algo dulce.
(Siempre hay una notita impresa con la info para que pueda ser autodestruida la galleta en el estómago de los más golosos).